Ya os podéis gastar lo que queráis en camas que vuestro gato va a preferir meterse en una buena caja de cartón. Si es de unas zapatillas deportivas, mejor.
Mete el almuerzo en una caja de tampones y ya verás como ningún hombre ta la roba, ni tu hermano, ni tu compañero de piso ni un colega del trabajo te lo roba, es territorio comanche.